Buscando la verdad interior. |
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Todos tenemos un “destino” o una “Cruz” con la que nacemos. Entendido como el “efecto” que va ha producir nuestro paso por este planeta y que es el resultado de la composición química incrustada en lo más profundo de nuestra biología. A través del Aura nos comunicamos y transmitimos todo lo que tenemos para dar (nuestra definición) y recibimos todo lo que estamos aquí para recibir (nuestra apertura). Somos perfectos tal y como somos, aquí y ahora, y desde este punto de vista no hay nada que hacer, más que disfrutar de lo que somos y de lo que la vida nos da.
Pero aparte de ser perfectos también somos complejos, animales racionales, tenemos el don de la mente que nos permite “entender” en este mundo de apariencias desde la perspectiva ilimitada de la dualidad donde siempre es posible decidir entre esto o aquello. En este mundo traidor donde nada es verdad ni es mentira, sino que todo se ve según el color del cristal con que se mira, la mente asume el poder porque este es su terreno de juego. Para la mente tomar una decisión es como jugar a la lotería, si acierta se pondrá muy contenta, si no acierta habrá sido por esto o por lo otro, y estará dispuesta a jugar de nuevo. Más pronto o más tarde se le ve el plumero y además de sentirnos privilegiados por nuestra inteligencia nos sentimos incómodos y atrapados en un mundo de ensueño del que no podemos despertar.
La aventura comienza cuando algo o alguien te hace pensar que es posible liberarse de esa incomodidad. Que es posible encontrar tu verdad interior, y te pones en camino porque en ese momento no hay paz en tu interior. Básicamente hay dos caminos para encontrar esa paz. Uno es quedarse quieto, no hacer nada y esperar, ya que como hemos dicho, somos perfectos tal y como somos aquí y ahora, a que nuestra luz interior emerja por si misma. Este es un camino perfectamente válido pero poco frecuente hoy en día, tenemos ejemplos de ello en la gente humilde y sabia que han adquirido su sabiduría con los años y la experiencia de vida, llegando a ese punto de reconocimiento y aceptación de lo que es, que les permite encontrar su paz interior y con su mera existencia alumbran la oscuridad de los que les rodean.
El otro camino es mucho más comercial, diverso y concurrido. Aquí encontramos todo tipo de sistemas, métodos, cursos, seminarios, retiros, encuentros, etc. etc. En esta ruta nos encontramos con el Sistema del Diseño Humano, el primer gran sistema de conocimiento del siglo XXI que ha venido a ofrecer respuestas lógicas y mentales a todas esas mentes inquietas que quieren entender por qué no pueden encontrar la paz interior.
La mente ha asumido en nuestras vidas un lugar que no le corresponde: el de la autoridad que toma las decisiones. No le corresponde porque la mente siempre está especulando y toma las decisiones como el que juega a la lotería. No le corresponde porque existen otras “conciencias” en nuestro cuerpo que están conectadas con la realidad biológica y mecánica de nuestra naturaleza y es a esa Autoridad Interna a la que le corresponde tomar las decisiones de nuestra vida.
El Sistema del Diseño Humano te provee de un mapa (el gráfico de tu diseño) que te permite entender tu individualidad y tu forma de conectar con lo que te rodea. Ofrece respuestas a tu mente para que entiendas como eres y por qué te pasa lo que te pasa. El objetivo no es que cambies nada a base de ejercicios o tratamiento, se trata simplemente de que te reconozcas y te aceptes. Para eso lo único que tiene que cambiar es tu punto de vista, pero tu punto de vista pertenece al terreno de tu mente, y tu mente no se quedará “calladita” y al servicio de tu Autoridad Interior hasta que no haya pasado por el proceso de perdida de poder que le permita llegar al punto de rendición y aceptación.
Durante ese proceso, adquiriendo conocimientos del Sistema, la mente encuentra muchas respuestas, muchas cosas interesantes y muchas herramientas que lejos de disminuir su poder pueden llegar a fortalecerlo, reforzando la falsa sensación de control que la mente tiene de nuestras propias vidas simplemente porque ahora dispone de “información privilegiada”. Es decir, que seguimos siendo unos ignorantes que nos creemos que sabemos algo y seguimos sin tener paz interior y seguimos buscando porque creemos que aprendiendo un poquito más la encontraremos.
Realmente el Sistema del Diseño Humano no serviría más que para tener otro juguete con el que “comernos el coco” si no fuese por que ofrece al recién llegado, de forma gratuita e impreso junto al gráfico de su diseño las claves principales para poder experimentar conscientemente lo que significa actuar correctamente de acuerdo con tu naturaleza. Estas claves son tu Autoridad Interna y tu estrategia. Y el experimento consiste en que cada vez que tengas que tomar una decisión personal, utilices tu estrategia, y respetes tu Autoridad Interna para tomar la decisión. El resultado de este experimento es una decisión correcta que posteriormente, teniendo en cuenta las circunstancias, vistas las consecuencias y analizados los “pros” y los “contras” se revelará como la única acción posible, es decir, que en realidad no teníamos elección. Llegados a este punto nos damos cuenta que los dos mensajes principales y aparentemente contradictorios del Diseño “Sigue tu estrategia y respeta tu autoridad interna para tomar tus decisiones correctamente” y “Eres único. No tienes elección” son el mismo y causan el mismo efecto, la disminución de la interferencia de la mente y la disminución de las resistencias en tu vida. El punto de convergencia es la aceptación de lo que es, el amor a uno mismo y la paz interior.
Si experimentas con tu estrategia y tu autoridad interna y tomas tus decisiones correctamente, no importa que sepas mucho o poco de diseño humano, poco a poco disminuirá la fuerza manipuladora de tu mente y poco a poco disminuirán las resistencias en tu vida.
Si no tomas tus decisiones correctamente, no importa que sepas mucho o poco de diseño humano, las manipulaciones de tu mente seguirán jugándote malas pasadas y aumentarán las resistencias en tu vida.
Llegar a tu interior atravesando la tupida selva de tu mente es toda una aventura: “La gran aventura del auto-descubrimiento”
Juan José Piedra Molina Consultor de Diseño Humano
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